martes, 4 de marzo de 2014

"Calladita estoy mas insoportable"

La actividad de la que voy a hablar consistía en ni mas ni menos estar incomunicada durante un dia entero, sin móvil, Internet, televisión, música, hablar con las personas...etcétera.

Esta actividad era para mi un gran reto puesto que hablo por los codos, y de hecho me encanta hacerlo, pero siempre he tenido esas ganas de probar un ejercicio como este para relajar mi día a día y poder conectar conmigo misma. Pensé que sería un ejercicio bonito del que sacaría una buena experiencia para poder repetir, y por el contrario no lo volvería a hacer en las mismas condiciones.

Pienso que si este ejercicio lo hubiera realizado en un ambiente adecuado, como puede ser un retiro, lo hubiera disfrutado y me hubiera servido más. Pero cómo tenía que aislarme y a la vez seguir un día a día totalmente normal... yendo al instituto, topándote con personas que te hablan, te preguntan y te miran, más aun si eres la primera persona que realiza la actividad  lo complica todo un poco más.

En las primeras seis horas se me escaparon dos mini-palabras de desesperación, un rotundo "no" y un enfadado "te vas a enterar"... quitando esos dos pequeños lapsus no articulé palabra durante el resto del día. Lo pasé muy mal, notaba la cabeza cargada de la concentración que tenía que tener para no responder a la gente, me encontraba muy mal y al llegar la noche, cuando llegó mi madre de trabajar de la misma impotencia lo único que se me ocurrió fue ir a mi cuarto soltar dos lagrimas de rabia e irme a dormir. 

Con esto finalizó un día desesperante del cual ni yo ni mi familia quiere acordarse puesto que ellos me tuvieron que aguantar. No pude interiorizar conmigo y ni mucho menos relajarme...estoy segura de que algún día lograré este reto en un sitio que se acomode a las circunstancias porque es un ejercicio que me encantaría llevar acabo.



1 comentario:

  1. Tras haberme quedado con las ganas de realizar esta experiencia, decidí leer los artículos sobre ella de mis compañeros, decantandome por realizar un bonito comentario en la de Alba, ya que además de ser una buenísima escritora, una mínima parte de su experiencia me influyó a mi negativamente, puesto que ambas intercambiamos opiniones en el corto trayecto del instituto a casa, trayecto que resultó denso ese día debido al pañuelo que Alba llevaba en el brazo indicando su incomunicación.
    Tras leer varios artículos, he podido comprobar que las experiencias son bastantes parecidas ya que todos vivimos las 24 horas del día comunicados, debido a esto las experiencias no han sido muy positivas ya que el no poderte comunicar, ya sea para resolver una duda en clase o para intervenir en una conversación, te causa angustia y desesperación. Por este motivo estoy de acuerdo con Alba en que sería más fácil realizar esta experiencia apartados un poco de la sociedad, ya que es con ella con la que nos comunicamos, pero la gracia estaba en que no fuera fácil. Muchos no se han arrepentido de estar un día sin hablar y tampoco les ha resultado difícil, pero... ¿podrían estar incomunicados más de 24 horas?

    ResponderEliminar